Por Antonio Cornadó
Es conocido el reciente el caso de las groserías e insultos -una metedura de pata monumental- del denominado community manager de verano del partido Vox. Realidad o excusa lo que este asunto pone sobre la mesa es la cuestión de quién habla por nosotros, en realidad quién nos representa.
En los partidos, como en las empresas, algunos tienen la función de hablar por todos, es decir, explicar, resumir, glosar o ampliar el pensamiento global, o bien dar razón de los actos y las decisiones que a todos atañen.
No es fácil ser portavoz. Se requiere de una formación específica, conocer bien la materia de la que se habla, cierta experiencia y estar familiarizado con algunas técnicas retóricas cuando se está ante los medios: reformular las preguntas, recurrir al humor, exagerar una respuesta para desviar la atención; expresar la idea que se quiere transmitir al comienzo y al final de cada intervención…
Durante mucho tiempo los portavoces han sido los escudos perfectos de los directivos y los políticos, una especie de cortafuegos verbal que impedía el abrasamiento del líder. Las redes sociales también han cambiado esta función.
Hoy existe la posibilidad de una comunicación sin intermediarios entre los ciudadanos y los líderes. Y estos han descubierto que es una magnífica manera de estar presente en la opinión pública, de ejercer su liderazgo, sin el riesgo que supone someterse al escrutinio casi siempre incómodo de los periodistas.
No siempre es fácil saber cuál es la manera más acertada de estar en las redes sociales. Si es un directivo y decide hacerlo, hay algunos consejos que le pueden ser de utilidad:
- Sea fiel y coherente con usted mismo y con su trayectoria.
- Identifique el público al que quiere dirigirse y elija la red social que mejor se adapte él.
- Establezca los límites de la conversación.
- Sea actual y pertinente en sus comentarios.
- Cuide con esmero el fondo y la forma.
- Busque un buen equilibrio entre el silencio prolongado y la sobreexposición…
No obstante, si estos consejos no logran el éxito esperado, siempre puede recurrir a un profesional de la comunicación, a un portavoz.
Artículo publicado originariamente en El Diario Montañés el 23 de julio de 2019