Por Antonio Cornadó

Artículo perteneciente a la serie «Lecciones de comunicación que nos deja la pandemia». Puedes leer todos los artículos aquí:


De las lecciones que nos deja la pandemia, la más significativa e inesperada es el resurgimiento de la comunicación interna como un instrumento clave de motivación y compromiso de los empleados. Una ex alumna de máster me confesaba que durante la pandemia ha visto más a su jefe que en los dos años que lleva en la firma. “Nos vemos, -me decía- hablamos de nuestras familias, podemos expresar nuestros temores, trabajamos en grupo, los juniors tenemos capacidad de iniciativa, somos escuchados…siento que formamos realmente parte de la empresa”.

Para las direcciones de las compañías los empleados se han convertido de nuevo en un grupo de interés prioritario porque, a pesar de las dificultades, el teletrabajo ha generado responsabilidad y colaboración. La comunicación ha sido la herramienta que lo ha propiciado por tres razones. Se ha redoblado el valor de la escucha. Los mejores directivos han querido estar cerca de todos sus empleados (no únicamente de sus equipos) liderando la respuesta a la crisis, escuchando y mostrando una preocupación sincera por su situación. De una forma natural se han aplanado los organigramas. Vida, salud, familia, trabajo es la nueva “cadena de valor” de la comunicación interna.

La segunda, por el uso de la tecnología como gran aliado de la comunicación interna: la aceleración en el despliegue de canales digitales como Zoom, Meets, WhatsApp, o el uso intensivo de la intranet han posibilitado que, a distancia, las empresas hayan podido mantener su actividad y la comunicación con sus empleados de una forma transversal y muy eficaz.

La tercera es el descubrimiento de la empatía como valor en la gestión de las personas. Un directivo de una importante empresa del IBEX me confesaba que anticipar, humanizar, actuar para dar seguridad y confianza son los tres verbos que con más frecuencia ha conjugado con sus colaboradores en estos meses. “Y, sabes -me decía- es una de las etapas más fecundas y gratificantes de mi carrera profesional”. Si, es lo que tiene el trabajo a favor de las personas: crea adicción. Se trata de una inversión inmaterial con una gran rentabilidad emocional en un plazo muy corto: ¡un chollo!

Artículo publicado originariamente en El Diario Montañés el 21 de junio de 2020.